Colombia el desafío de la América Nueva
- Catriel Martinez
- 3 oct 2016
- 3 Min. de lectura
Ayer 2 de octubre, la República Hermana de Colombia, vivió un día trascendental en su historia reciente. Se produjo un plebiscito, donde por cual se voto por refrendar o no, el acuerdo de paz alcanzado, después de un arduo proceso de dialogo, entre el gobierno de dicho país (a la cabeza de Juan Manuel Santos) y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). El Objetivo ponerle fin a más de 52 años de una virtual guerra civil.
Tan sólo el 36,37% de los colombianos participaron de la cita electoral, cifra que permitió superar el umbral del 13% establecido como requisito para la legalidad del Plebiscito. El "No", con un casi empate técnico gano el plebiscito polarizando al país y generando para Colombia y todo América Latina un NUEVO DESAFIÓ, por la paz, la participación política y la democracia.

Creo antes que nada que es muy difícil dar opiniones criteriosas de algunos procesos que en un cierto modo nos son ajenos o distantes a uno, pero cuando veo a muchos opinólogos, laburantes de la neurona o compañeros de la causa Nacional y Popular , ya no frustrados por el resultado del plebiscito en Colombia, sino frustrados con la democracias en general, ya me preocupa y me insista a dar mi opinión del tema.
Con casi un 63% de abstención se puede decir que la gran ausente en la jornada de ayer fue la participación ciudadana, y a pesar de ello flota en el aire un tufillo de vanguardia iluminada, insano para los momentos que vivimos, que dice, en última instancia "el pueblo no sabe lo que quiere", "la democracia está sobre valuada" "los pueblos son esquizofrénicos". Mientras que en realidad más de la mitad de pueblo ni siquiera esta presente en la decisión .
Creo que la cosa es más compleja, pero sencilla al mismo tiempo. Un vez más estamos ante la disyuntiva de repensar los procesos progresistas en América Latina, eso implica repensar nuestros múltiples errores, los condicionantes temporales que nos han tocado enfrentar y la condiciones de emergencia de los nuevos discursos.
Lo que queda claro del caso colombiano a mi humilde entender, es que cuando los pueblos quedan al margen de los procesos de la política local, cuando los pueblos siguen sufriendo la exclusión y la explotación económica. Ellos mismos se retoban, generan sus propias condiciones e incluso se vuelven conservadores, ante las pretensiones de la clase política. Porque ya nadie en pleno siglo XXI quiere que sus razones sean campanadas de palos, las mayorías quieren ser escuchadas, quieren estar incorporadas a las discusiones y principalmente quieren que sean atendidos sus reclamos.
Es así como ante nosotros se nos habré una vez más, para el bien de todos la discusión sobre la política, la cosa pública y la democracia. Tenemos el imperativo de dar esta discusión para evitar que avancen de los discursos mercantilistas o burocráticos paternalistas. Tenemos la obligación de pensar en procesos colectivos más ambiciosos, complejos quizás, pero duraderos, procesos que generen grandes mayorías. Que sirvan para el despertar una "Opción Ciudadana" moderna y dinámica, que sepa conjugar el amor al otro, con la protección integral de la naturaleza y los procesos colectivos. Una nueva participación política, tan equidistante de los esquemas de racionamiento enajenadores propuestos por el hipermercantilismo Neoliberal o el Clientelismo del Paternalismo Burocrático.
La empresa es alta, es verdad, pero es también la misión de nuestra generación, ir a buscar si es necesario el pueblo a sus casas, establecer una comunicación, lateral, de confianza, alternativa y en clave popular, con todos los medio que estén a nuestro alcance. Del triunfo o no de nuestra misión, depende en buena medida el futuro de nuestra América y de nosotros mismo. Está en nosotros saber si estamos a la altura de tal proceso. O si seguiremos viéndola de afuera, con la ñata contra el vidrio.
Que viva el pueblo Colombiano !!!
Que viva la Paz que nos merecemos !!!
Que viva nuestra América !!!
留言